A pesar de que el 44% de la población investigadora en Latinoamérica son mujeres (en Colombia es menos del 35%), según el reciente informe de la Unesco “Mujeres en Ciencia”, --dado a conocer a finales del año 2015--, lo cierto es que ellas no participan por igual en el conjunto de las disciplinas científicas y tecnológicas y mucho menos en los procesos decisionales de los asuntos de la ciencia y la investigación. Las áreas de concentración en que más mujeres se vinculan son aquellas que culturalmente han sido roturadas como “áreas femeninas”: Educación, Humanidades, Salud, Biología. En tanto, los hombres ocupan especialmente las ingenierías, las matemáticas y las tecnologías. Este fenómeno se conoce como Segregación Horizontal.
EL Observatorio de Ciencia y Tecnología reporta que las mujeres conforman un poco más de la tercera parte de los investigadores activos del país (37 %) y de quienes actúan como líderes (34 %) de los casi 4.000 grupos de investigación registrados en Colciencias.
Un cálculo acumulado de los años 2004 a 2013 demuestra que son más las mujeres que investigan en ciencias médicas y de la salud (57 % mujeres y 43 % hombres) y en las ciencias sociales están casi 50/50. En ingenierías y tecnologías 32 % son mujeres y 68 % hombres, y en humanidades, ciencias naturales y exactas, y ciencias agrícolas, alrededor del 43 % son mujeres y 57 % hombres. (El Espectador, 6 abril de 2016)
Este fenómeno, aunque con diferentes proporciones, en otros paises, ya había sido percibido planetariamente por la Unesco, lo que llevó a que el 15 de diciembre de 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamara la fecha del 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Desde ese día quedó una invitación extendida a todos sus Estados miembros, organizaciones, sector privado, mundo académico y sociedad civil para celebrarlo de forma impactante mediante actividades educativas y sensibilizadoras,
“...a fin de promover la participación plena y en condiciones de igualdad de las mujeres y las niñas en la educación, la capacitación, el empleo y los procesos de adopción de decisiones en la ciencia, eliminar toda forma de discriminación contra la mujer, incluso en las esferas de la educación y el empleo, y sortear las barreras jurídicas, económicas, sociales y culturales al respecto mediante, entre otras cosas, la promoción del establecimiento de políticas y planes de estudio en el campo de la ciencia, incluidos programas escolares, según corresponda, para alentar una mayor participación de las mujeres y las niñas, promover las perspectivas de carrera de las mujeres en la ciencia y reconocer los logros de las mujeres en la ciencia”.
A partir de este llamado, muy poco difundido en Colombia, maestros y maestras han empezado a promover en Latinoamérica actividades motivacionales como Ecuador Estrategia Digital 2, México Agenda Digital.mx, República Dominicana e-dominicana, E-chicas y Super_máticas (1) e Iberoamérica Divulga (2) quien lanzó un llamamiento a la docencia para visibilizar lo que están haciendo en sus escuelas.
Es destacable el aporte de Sabina Ximena Innetti desde Uruguay, “¿Quién dijo que era difícil? Las mujeres y niñas en la ciencia” (3); quien advierte que cada día son más las mujeres y las niñas científicas que brindan soluciones a los más diversos problemas sociales. Es decir, hacen fácil lo que parece difícil y por ello es necesario difundir sus voces y logros. Igualmente el de Ana Ma. Gurrola Togasi “Para desvelar el rostro de Atenea” (4), de quien compartimos la idea de que “para que pueda existir la incorporación de las mujeres y las niñas en los ámbitos científicos y tecnológicos, es imperativo que primero se incorporen al sistema educativo de las naciones. El rezago en la equidad de género en estos rubros tiene su origen en la falta de oportunidades para que las mujeres accedan a la educación en igualdad de oportunidades que los hombres”.
Uno de los trabajos de divulgación más admirable es el de Marta Macho de la Universidad del País Vasco. Gracias a ella, se descubrió una iniciativa excepcional que desde un colegio de Granada (CEIP Atalaya Centro de Educación Infantil y Primaria) se realizó un proyecto que tuvo el elocuente título de “Un espejo donde mirarte” que puedes descargar desde la pestaña Descargas de la página web www.edugesprospectiva.net Para comentar el proyecto, no hay nada mejor que reproducir la carta que desde la coordinación de esa institución educativa se envió a muchas científicas:
Querida amiga
Te escribimos desde el CEIP ATALAYA, de Atarfe, en Granada. Somos un grupo de maestros que no nos resignamos a asomarnos a las cifras de fracaso escolar, de desmotivación, de abandono. Queremos torcer el brazo a ese conformismo que nos puede costar el futuro de este país y queremos hacerlo con más implicación, más compromiso, más trabajo y, –aquí necesitamos tu ayuda– más ciencia.
Trabajamos en un colegio con un alto porcentaje de alumnado desfavorecido. Muchos de nuestros alumnos, y sobre todo alumnas, están más cerca –si la Educación no los rescata– de la marginación y del fracaso que de la excelencia y el éxito académico y profesional. Dentro de este panorama, nos preocupan especialmente las niñas y su desafección por estudios científicos. Queremos que nuestras alumnas se acerquen a la ciencia, al conocimiento y al método científico como posiblemente te acercaste tú hace años. [...]
Tenemos varios proyectos de fomento del interés por la ciencia en marcha. Te proponemos participar en nuestro proyecto “Un espejo en que mirarte” enviándoles un texto breve a nuestras alumnas invitándolas, retándolas a abrazar la ciencia, abriéndoles las puertas a lo mejor que han dado hombres y mujeres en miles de años de desarrollo, de investigación científica. No sobra ni una mano, ni un empujón, desde la mano de Premios Nobel a las de las científicas anónimas que pelean día a día en cientos de laboratorios y departamentos por sacar adelante sus investigaciones a pesar de recortes, del desinterés por la ciencia, de falta de apoyos públicos o privados.
Escríbele unas líneas a nuestras alumnas, ayúdales a sentirse “a hombros de gigantes”, a pelear por ser más grandes, más sabias, más libres gracias a más Educación, a más ciencia. Las cartas, como la que tal vez decidas escribir, se utilizarán para la publicación de un libro que sirva como piedra angular de nuestro proyecto en nombre de la Ciencia. Tú contribución sería incalculable. [...]
Esther Diánez Muñoz,
Coordinadora del Plan de Igualdad
A partir de esta carta, se consiguió la colaboración de 67 mujeres de diferentes disciplinas científicas, de distintas edades y categorías profesionales, y de variadas procedencias, que redactaron sus misivas hablando de su trabajo, sus ilusiones y la importancia de la ciencia en la sociedad.
Estas cartas se reunieron en el libro "Un espejo en que mirate. Someone to look up", como parte de un material didáctico preparado para utilizar en cualquier nivel educativo. Tras la presentación del proyecto y las 67 cartas, "Un espejo en que mirate. Someone to look up", propone una serie de actividades –para enseñanzas primaria, secundaria y bachillerato– relacionadas con las diferentes disciplinas de cada una de las mujeres científicas.
Desde mi punto de vista, eventos como estos facilitan la VISIBILIDAD de lo que hacen estas mujeres, hecho que obliga a chicos y chicas ver MODELOS femeninos alejados de los perfiles fashion y vanidosos que estereotipan a la mujer desde los medios de comunicación.
Es cierto, esto no es suficiente; pero si miramos la realidad latinoamericana o colombiana, es posible pensar que constituye una gran cuota en el proceso de formación del espiritu cientifico de niños y niñas; formación que desde el punto de partida de la ciencia, deberá ser entendida como la articulación entre el pensamiento crítico, las habilidades para hacer observaciones y las destrezas para confrontar y argumentar ideas. En este aspecto son evidentes muchas falencias en la docencia, que además se relacionan con la didáctica, con la manera en que explicita su quehacer y cómo él mismo se relaciona con la ciencia y la actividad científica; patentizamos entonces, un fenómeno de tipo cultural.
Desde Educación y Gestion Prospectiva, invitamos a maestros y maestras para que desplieguen toda clase de iniciativas que promuevan el espíritu científico en las niñas.., nuestras niñas de la escuela, para que sueñen con ser científicas, más que en ser “la princesa de su príncipe azul”.
EN PROXIMA PUBLICACION ENTREGAREMOS EL ENLACE PARA DESCARGAR EL LIBRO
"Un Espejo en que Mirarte-Someone to look up"
2. Grupo creado para dar seguimiento a la comunidad de educadores para la cultura científica de IBERCIENCIA de la OEI, del cual somos miembro.